Una pareja es uno vínculo muy fuerte que se crea entre dos personas, y a lo largo de su desarrollo puede pasar por crisis originadas por diversos motivos que requiere poner a prueba la buena comunicación, la comprensión mutua y la capacidad para afrontar problemas. Estos problemas no siempre se originan de manera interna, como pueden ser la monotonía, la falta de deseo, los desacuerdos y roces de la convivencia, los celos o infidelidades; sino también aquellos derivados de causas externas como son los conflictos en las relaciones con otros familiares, problemas económicos, laborales, etc.
Son múltiples los motivos que pueden deteriorar una relación, y no siempre es tarea fácil superarlos, por eso algunas acaban en ruptura. Hay algunas que deciden acudir a terapia relativamente rápido cuando observan que la relación no está yendo cómo esperaban y no son capaces de salir de esa situación problemática por ellos mismos y otras esperan años hasta que el desgaste es mayor. Lo importante es que ambos sientan que quieren superar esos conflictos y seguir con la relación.
La terapia de pareja centra su atención en una relación que se encuentra afectada por diversos tipos de problemas que pueden hacer peligrar la relación y derivar en una ruptura.
En primer lugar se focaliza dónde radica el principal problema que está generando que la relación ya no funcione como antes. Muchas veces tras las discusiones constantes existen conflictos sin resolver. Por ello es fundamental trabajar en la comunicación y la empatía; el saber escuchar y comunicar los propios sentimientos teniendo en cuenta los de la otra persona.
El objetivo es que puedan aprender a gestionar y resolver sus conflictos y ayudarles a realizar los cambios necesarios para volver a tener una relación satisfactoria para ambos.
| Algunas de las principales señales que denotan que una pareja no está funcionando son: | |
|---|---|
| Ausencia de una buena de comunicación: En una relación que no funciona bien, éste aspecto tan importante se ve muy afectado. El poder hablar desde los temas cotidianos, hasta otros más profundos como planes de futuro, expectativas, sentimientos, emociones, etc., son la base para una unión duradera y sólida. | Tensión constante: Cuando cualquier pequeña fricción puede derivar en un conflicto mayor y se acaba entrando en un círculo vicioso de ofensas, destacar solo los aspectos negativos como aquello que les irrita del otro. |
| Problemas sexuales: La falta de comunicación puede hacer que la compatibilidad sexual también se encuentre muy afectada. Emociones, sentimientos y deseo están conectados para que una relación pueda funcionar de forma duradera. También la monotonía y rutina puede causar una disminución del deseo. El no saber comunicarlo al otro y poner medios para solucionarlo conjuntamente y poder recuperar ‘la chispa’ podría desembocar en una carencia sexual importante que afectaría a la relación. | Peleas frecuentes: Cuando se crea una espiral de peleas y discusiones que pueden llegar a durar días. Esto afecta a todos los aspectos de la relación haciendo que el ambiente sea irrespirable. |
Además existen otros motivos como: querer recuperar ‘la chispa’ en la relación debido a la monotonía, problemas de celos, dependencia emocional, infidelidades, distanciamiento, estar repitiendo el modelo aprendido de sus padres, desacuerdos en la educación de los hijos, problemas con las familias del otro, luchas de poder, creer que las expectativas que se pusieron en la relación no se han visto cubiertas, etc.
Cuando esto ocurre en una pareja genera todo tipo de estrés, que afecta a la autoestima de ambos, y pudiendo darse síntomas psicológicos diversos como por ejemplo bajo estado de ánimo, ansiedad, e incluso en ocasiones enfermedades. Además todo ello puede estar interfiriendo negativamente en otros ámbitos de la vida como el laboral, social…
En las sesiones de terapia se ayuda a introducir cambios en el estilo de comunicarse, facilitando el poder expresar mejor los sentimientos y necesidades, aprender a manejar y gestionar los momentos de enfado o desacuerdos, y también la mayoría de las veces suele ser necesario el ‘desaprender’ la manera como se estaban intentando resolver los conflictos, normales en toda relación, utilizando otras estrategias más adaptativas.
Sin embargo, la terapia no tiene como única finalidad que la pareja siga junta, sino que en algunos casos pueden llegar a la conclusión de que la mejor solución para ambos es la ruptura, pero será una decisión dialogada y consciente. La terapia de pareja, si fuese necesario, también puede acompañarles en ese proceso.
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